Por la Dra. Kristen Bruno

La gastroenteritis aguda (AGE, por sus siglas en inglés) en los niños, comúnmente denominada "mal de estómago" o "virus estomacal" por parte de padres frustrados de todo el mundo, es provocada con mucha frecuencia por una pequeña lista de virus. Las sospechas comunes de esta enfermedad tienen su mayor incidencia durante el año, pero también se pueden encontrar brotes aleatorios.

Norovirus

Este virus se encuentra durante todo el año, pero también se sabe que provoca casos esporádicos, generalmente en niños pequeños. Se caracteriza por vómitos persistentes.

Rotavirus

Este ha sido la causa más común de AGE en los niños pequeños hasta la introducción de la vacuna del rotavirus en 2006. Desde que comenzó la vacunación, la presencia de la enfermedad del rotavirus ha disminuido hasta un 90 % cada año, dejando al norovirus como la causa más importante de gastroenteritis aguda. Tiene su apogeo en otoño/invierno en climas templados y se ve con más frecuencia en niños pequeños. El rotavirus provoca diarrea grave, especialmente en bebés y niños pequeños.

Adenovirus

Afecta principalmente a niños menores de 4 años, tiene su auge en verano, pero puede provocar la enfermedad durante todo el año.

Virus Sapporo y astrovirus

Ambos virus afectan a bebés y a niños pequeños. Están presentes todo el año y es una enfermedad más moderada que la del rotavirus o el norovirus.

Síntomas de la gastroenteritis aguda en los niños

Los síntomas de la AGE varían según la edad, la persona y de un día a otro, pero los dos más comunes son:

  • Diarrea: deposiciones frecuentes, acuosas o sueltas provocadas por daños al intestino con AGE. Las heces podrían contener mucosidad o sangre, pero normalmente no es así. La diarrea puede durar una semana o más, provocando pérdida de fluidos y de electrolitos.
  • Vómitos: más de la mitad de los niños con AGE sufren vómitos, los cuales también pueden provocar pérdida de fluidos y de electrolitos. Los vómitos duran normalmente 1-2 días.

Otros síntomas pueden incluir fiebre, dolor abdominal similar a calambres, dolores musculares, fatiga, pérdida de apetito y escurrimiento nasal o dolor de garganta. La primera infección con uno de los sospechosos habituales provoca generalmente la enfermedad más grave y prolongada, por eso los bebés y los niños pequeños tienden a tener los peores casos.

Deshidratación provocada por el mal de estómago

La gravedad de la gastroenteritis aguda se refleja en el grado de deshidratación del niño o el bebé.

Deshidratación leve: esta se caracteriza por tener la boca ligeramente seca o pegajosa, leves mareos y orinar menos. La mayoría de las deshidrataciones en las personas con AGE es leve y se puede tratar dando fluidos en casa.

Deshidratación agravada: esta se caracteriza por boca seca, menor orina, mayor ritmo cardíaco, respiración más rápida y profunda, una parte blanda hundida en la cabeza del niño, ojos hundidos, llanto sin lágrimas y apatía o irritabilidad. Los niños pequeños y los bebés son más susceptibles y podrían requerir fluidos por vía intravenosa.

Reponer las pérdidas de agua y electrolitos es la prioridad n.º 1 en casos de AGE. Los fluidos de la Terapia de Rehidratación Oral (ORT) tienen un equilibrio de sal y azúcares. Para los bebés y los niños, Pedialyte es el fluido preferido. Los niños mayores pueden tomar agua o bebidas deportivas con electrolitos. No se debería detener la lactancia materna ni la alimentación con biberón en toda su concentración a menos que el bebé no pueda retenerlo.

Empieza con poco y ve despacio con los fluidos si hay vómitos. Los polos o paletas heladas son fantásticas para esto. Retoma la dieta normal del niño en cuanto esté rehidratado y no vomite, pero evita los alimentos altos en grasas y en azúcares. ¡No le des pizza en cuanto tu hijo vuelva a tener hambre!

Tratamiento para la gastroenteritis aguda

Los casos graves de AGE podrían requerir una medicina con receta como el Zofran (ondansetrón), pero la mayoría de los casos se puede tratar con fluidos y otros remedios naturales. Los probióticos pueden ayudar a reducir tanto la frecuencia como la duración de la diarrea en la AGE viral sin efectos secundarios significativos. Son seguros tanto para niños como para bebés. Empieza con los probióticos a la primera señal del mal de estómago y después cada día durante 5-7 días.

La diarrea puede causar estragos en la piel sensible especialmente en la zona del pañal en bebés y niños pequeños. La dermatitis del pañal, provocada por el frecuente contacto de las heces con la piel, es extremadamente común en la AGE y tratarla puede ser un dolor de cabeza. Este es el ABC para tratar la piel:

  1. Al aire: quitar el pañal y que el aire dé en la piel.
  2. Barrera: usa un ungüento o una pasta basados en óxido de zinc en cada cambio de pañal. No intentes retirar todo el ungüento al cambiar de pañal. Simplemente limpia lo que esté manchado y se quite fácilmente y después añade más.
  3. Completamente limpio: mantén la piel limpia y seca. Puedes utilizar toallitas para bebé o un paño suave con agua caliente para limpiar las heces y la orina. Los bebés mayores pueden bañarse 10 minutos con bicarbonato una vez al día para ayudar a curar la piel.
  4. Cambios de pañal: cambia los pañales con frecuencia.

Prevención de la gastroenteritis aguda

Se recomienda la vacuna del rotavirus para todos los bebés de 2, 4 y 6 meses de edad. Proporciona protección los primeros 1 a 2 años de vida.

Lavarse las manos puede ayudar a protegerse contra la AGE a aquellas personas que cuiden a bebés o niños con la enfermedad. Lávate las manos con agua y jabón después de cambiar los pañales o tras cualquier contacto con heces o vómitos. No se recomiendan los geles de manos antisépticos en lugar de lavarse con jabón.

También es importante evitar que tu hijo propague la AGE a los demás. Los afectados pueden propagar el virus en las heces durante varios días después de haber cesado todos los síntomas y también podrían contagiarlo antes de comenzar los síntomas. Las recomendaciones sobre el regreso a la guardería o la escuela varían, siendo las directrices más restrictivas las más eficaces para reducir la propagación de la infección a otros niños.

Como mínimo, los niños deberían quedarse en casa si tienen lo siguiente:

  • 2 o más deposiciones de diarrea en un día o cualquier deposición que no se contenga en el pañal
  • cualquier accidente con las heces en un niño que ya sepa utilizar el inodoro
  • cualquier vómito en las últimas 24 horas

Enfrentarse a un mal de estómago no es divertido, pero se puede manejar con las medidas preventivas y el tratamiento correctos.