Por la Dra. Taz Bhatia

Vayas en coche, tren, autobús o avión, viajar puede dejarte agotado. No solo presenta algunas incomodidades, como quedarse sentado en el mismo sitio (por lo general, un asiento incómodo) durante mucho tiempo, sino que también puede provocar ciertos problemas de salud. Viajar, en general, significa estar lejos de casa, lo que significa diferentes alimentos, un lugar de alojamiento diferente y, a menudo, una rutina diaria diferente. El jet lag también puede frenar tus planes de viaje, ya que los cambios de hora afectan a los patrones de sueño y a la energía.

Los problemas digestivos, como el estreñimiento, el dolor abdominal y el reflujo, son comunes entre los viajeros. Además, para aquellos que visiten destinos turísticos populares donde deben caminar durante gran parte del día, la fatiga, los calambres en las piernas, la intolerancia al calor y el agotamiento por este son quejas frecuentes. Los climas cambiantes o las temperaturas también pueden afectar al sistema inmune. Por último, las exigencias de los viajes son difíciles para todos: la presión para participar en ciertas actividades, apaciguar a ciertos miembros de la familia o vivir en determinadas circunstancias. Ni qué decir que es bastante fácil desviarse de tus hábitos saludables cuando viajas.

Te damos algunos consejos y trucos que también facilito a la gente que se va de viaje de fin de semana, de una semana o de varias semanas, para asegurarse de que se mantengan sanos y llenos de energía, además de regresar sanos y salvos a casa.

Llévate almohadas y mantas para el viaje

La forma en que viajes no importa, la verdad. Todo suele ser bastante incómodo, por lo que le recomiendo llevar una almohada para el cuello como soporte y una manta en caso de que haga frío. Si viajas con niños, llévate un par más de todo. Y para las madres lactantes, no olvides la almohada de lactancia. Te será útil cuando alimentes al bebé.

Prepárate para el mareo

La cinetosis es otro efecto secundario de viajar. A menudo me llevo pastillas de jengibre, que sirven como una medicina antináuseas natural. Además, la aromaterapia puede hacer maravillas, específicamente el aceite de menta, ya que este aroma estimulante puede ayudar a evitar la cinetosis. El aceite de limoncillo también puede ayudar a combatir las náuseas. Los aceites esenciales les van bien a los niños, y son fáciles de aplicar y llevar.

Protección contra virus

La exposición a los gérmenes aumenta cuando uno viaja. Lavarse las manos es importantísimo para mantener los gérmenes a distancia y evitar la propagación de enfermedades virales comunes. El desinfectante de manos no es lo más ideal, pero es una buena opción para viajar.  Además, siempre llevo en mi botiquín un poco de raíz de astrágalo, una hierba que potencia el sistema inmune. Le doy a mi familia una gota, 3 veces al día, a la primera señal de enfermedad (excepto si hablamos de fiebre). Una alta dosis de vitamina C también es útil para prevenir las enfermedades virales.

Estirar siempre que sea posible

Para evitar dolores y molestias corporales por estar sentado durante mucho tiempo, muévete y estírate a intervalos regulares, siempre que sea posible. Recomiendo siempre hacerlo antes de salir a la carretera, para aflojar los músculos y prepararlos para el viaje. Si por casualidad sientes tensión muscular mientras viajas, frota un poco aceite de magnesio directamente en el área, incluso en la parte inferior de los pies. Las sales de Epsom, que también son altas en magnesio, también pueden relajar los músculos doloridos. Puedes mezclar el aceite y las sales para crear un brebaje rico en magnesio que te ayudará a conciliar el sueño.

¡Hidrátate, hidrátate, hidrátate!

Por alguna razón, parece que nos olvidamos de beber la cantidad de agua que nuestro cuerpo necesita mientras viajamos, razón de más por la que siempre llevo una botella de agua reutilizable para asegurarme de beber la parte que me toca (al menos dos litros al día). Otro consejo: añadir un poco de limón y un toque de sal a tu H2O puede ayudar al sistema digestivo y equilibrar tus electrolitos.

Llévate tentempiés saludables

Reconozcámoslo: la mayoría de los alimentos que hay en las tiendas no tienen una amplia gama de alimentos y bebidas nutritivas. Hazte unos tentempiés que sean saludables y fáciles de llevar, como sándwiches de mantequilla de nueces, fruta, verduras troceadas, rolls de pavo o hummus, etc.