El sistema nervioso es vital para su cuerpo, ya sea en el modo de lucha o huida durante una emergencia, permitiendo que este se relaje durante las vacaciones o realizando las funciones diarias del organismo. Pero un sistema nervioso desregulado puede hacer que sienta estrés, ansiedad y fatiga. Siga leyendo para saber cómo reconocer las señales de un sistema nervioso desregulado y cómo restablecer la regulación de forma natural. 

¿Qué es el sistema nervioso y qué hace?

El sistema nervioso es la red de comunicación del cuerpo compuesta por el cerebro, la médula espinal y los nervios que transmiten mensajes desde el cerebro a todo el organismo. Los mensajes enviados a través del sistema nervioso regulan prácticamente todo lo que hacemos, incluidos el movimiento, los pensamientos, los sentimientos y nuestra respuesta a situaciones de estrés, así como cosas que hacemos sin ni siquiera pensar en ello, como respirar, digerir los alimentos, curar heridas y mantener el corazón latiendo. 

El sistema nervioso se divide en dos partes: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central. Envía, recibe y procesa toda la información sensorial del cuerpo. El sistema nervioso periférico está formado por todo lo demás. 

El sistema nervioso periférico se divide a su vez en dos partes principales:

  • Sistema nervioso somático (SNS): el sistema nervioso "voluntario" que controla todo lo que hacemos de forma voluntaria, incluido el movimiento de los brazos, las piernas y el resto del cuerpo.
  • Sistema nervioso autónomo (SNA): el sistema nervioso "involuntario" que controla acciones involuntarias como el ritmo cardíaco, la constricción de las pupilas, la digestión, etc. Este sistema abarca los sistemas nervioso simpático, parasimpático y entérico.

Sistema nervioso simpático

El sistema nervioso simpático es conocido por la reacción de "lucha o huida". Prepara al organismo para la acción y las emergencias acelerando el ritmo cardíaco, enviando sangre a los músculos y ralentizando la digestión, entre otros efectos. 

Sistema nervioso parasimpático

El sistema nervioso parasimpático tiene el efecto contrario y se activa cuando el cuerpo está en modo de "descanso y relajación". Durante esta fase, el organismo se calma y conserva su energía disminuyendo la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, ralentizando la respiración y estimulando la digestión. 

Sistema nervioso entérico

La última parte del sistema nervioso periférico es el sistema nervioso entérico, que se encuentra dentro de la pared del intestino y responde tanto al sistema nervioso simpático como al parasimpático. Si alguna vez ha sentido "mariposas en el estómago" antes de un examen importante o de hablar en público, ha sentido cómo trabajaba su sistema nervioso entérico. Se encarga de las funciones gastrointestinales y es importante para los movimientos intestinales y la digestión. 

Señales de un sistema nervioso desregulado

Cuando el sistema nervioso está desregulado, se produce un desequilibrio entre los sistemas nervioso simpático y parasimpático. Sin una buena gestión, los factores estresantes cotidianos pueden provocar una desregulación del sistema nervioso. El agotamiento laboral, los acontecimientos traumáticos y el trastorno de estrés postraumático (TEPT), los desequilibrios hormonales, las conmociones cerebrales, el maltrato físico o emocional e incluso ciertos rasgos de la personalidad, como el perfeccionismo, pueden desencadenar una desregulación del sistema nervioso. 

Su organismo le avisará cuando su sistema nervioso esté desregulado mediante señales y síntomas. Entre las señales de un sistema nervioso desregulado se encuentran:

  • Control deficiente de las emociones 
  • Dolor de cabeza 
  • Fatiga
  • Disfunción ejecutiva 

Otros síntomas a largo plazo de un sistema nervioso desregulado son estrés crónico, ansiedad, mala digestión y trastornos del sueño.

Estrés crónico

El estrés es la principal causa de desregulación del sistema nervioso. Cuando estamos estresados, el sistema nervioso simpático se activa, preparando el organismo para el peligro. Esto incluye acelerar el ritmo cardíaco, aumentar la tensión arterial, acelerar la respiración y liberar las reservas de glucosa y grasa para enviar energía a los músculos. 

A corto plazo, estos cambios preparan al organismo para "luchar" contra una posible amenaza. Sin embargo, cuando el estrés es prolongado, el sistema nervioso simpático sigue activándose, lo que con el tiempo aumenta el riesgo de padecer afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, trastornos mentales y aumento de peso.

Ansiedad

En la ansiedad influyen neurotransmisores como la norepinefrina, la serotonina, la dopamina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA, por sus siglas en inglés), todos ellos fundamentales para regular el estado de ánimo y la respuesta al estrés. La amígdala, una región del cerebro que participa principalmente en el procesamiento de emociones como el miedo, también desempeña un papel importante en los trastornos de ansiedad. 

Por lo general, las personas con ansiedad muestran una mayor actividad de la amígdala cuando se enfrentan a situaciones que les provocan ansiedad, lo que indica una respuesta hiperactiva del sistema nervioso simpático impulsada por el miedo. Esta mayor actividad contribuye a aumentar los síntomas de ansiedad y estrés. La ansiedad crónica también puede desencadenar otros síntomas, como hipertensión, dolores musculares, dolores de cabeza y enfermedades cardíacas, entre otros. 

Mala digestión

El estrés crónico y un sistema nervioso desregulado pueden provocar problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable (SII) y la indigestión. Pero aparte de la salud digestiva, la desregulación del sistema nervioso también podría ser perjudicial para la función metabólica general al aumentar la presión arterial y los niveles de triglicéridos y disminuir el colesterol HDL "bueno" con el paso del tiempo. Estos cambios, que son señales de síndrome metabólico, aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Problemas para dormir

El proceso de quedarse dormido y la calidad general del sueño guardan relación con el sistema nervioso autónomo. Si tiene problemas para dormir por la noche, podría deberse a una mayor activación del sistema nervioso simpático. En circunstancias normales, el sueño estimula el sistema nervioso parasimpático. No obstante, cuando existe un desequilibrio, el sistema nervioso simpático domina, lo que provoca problemas de sueño. 

Dormir mal puede provocar o agravar muchos trastornos, como el autismo, la esquizofrenia y la depresión. Si el sueño alterado se prolonga durante mucho tiempo, es posible que aumente el riesgo de padecer enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson en los adultos mayores.

Cómo regular el sistema nervioso

Regular el sistema nervioso es fundamental para mantener la salud y el bienestar general. Descubra estrategias eficaces que le ayudarán a controlar el estrés y a mantener un sistema nervioso autónomo (SNA) equilibrado.

Pase tiempo al aire libre

Intente pasar algún tiempo al aire libre todos los días. Los estudios indican que pasar tiempo en la naturaleza reduce la tensión arterial y ayuda a regular el SNA. Se ha demostrado que el turismo de naturaleza ayuda al SNA. Así que, la próxima vez que planee unas vacaciones, elija un lugar con muchos paisajes naturales para aumentar su bienestar y ayudar a regular su sistema nervioso.

Ejercicios de respiración

Los ejercicios de respiración son otra herramienta muy eficaz para calmar el sistema nervioso y favorecer la relajación. En un estudio se descubrió que practicar la respiración lenta una vez al día durante solo tres meses aumentaba la actividad parasimpática y disminuía la simpática. Según otro estudio, una sola sesión de cinco minutos redujo de forma aguda la ansiedad en personas de todas las edades. 

Mientras se realizan ejercicios de respiración, el sistema nervioso parasimpático disminuye la frecuencia cardíaca y libera endorfinas, lo que permite que el cuerpo se calme. Si se practica con frecuencia, esta respiración intencional podría reducir la ansiedad e incluso favorecer la salud del corazón. Y aunque añadir una tarea más a su rutina diaria pueda parecer desalentador, respirar de manera intencional durante apenas cinco minutos al día puede favorecer profundamente la regulación del sistema nervioso y tener efectos duraderos en el cuerpo y la mente. 

Lleve una dieta sana

Llevar una dieta sana ayuda a mantener controlado el sistema nervioso, ya que aporta nutrientes importantes que potencian la función cerebral. Por ejemplo, los ácidos grasos omega 3 y los polifenoles, presentes en alimentos como el salmón y la cúrcuma, aumentan los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC), que es excelente para la salud de las neuronas y la función cognitiva. Estos nutrientes contribuyen a la reparación y el mantenimiento del cerebro, mejorando la resiliencia y ayudando a acelerar la recuperación de lesiones como las conmociones cerebrales.

Alimentación consciente

La alimentación consciente es una práctica que consiste en prestar atención a la mente, el cuerpo y los alimentos mientras se come. Muchos de nosotros hacemos varias cosas a la vez mientras comemos: vemos televisión, navegamos por Internet, jugamos o nos distraemos con otras cosas. Con la alimentación consciente, todo eso se elimina para concentrarse en el momento presente y disfrutar de la experiencia de comer. Se come muy despacio y sin distracciones. 

Practicar la atención plena en su conjunto activa el sistema nervioso parasimpático, lo que permite que el cuerpo se relaje y alcance un estado más calmado. Al llevar la atención plena a nuestras comidas, podemos mejorar nuestra digestión y apoyar un sistema nervioso regulado.

Meditación

La meditación consiste en centrar la mente para lograr una mayor conciencia y una sensación profunda de calma. En particular, la meditación de atención plena es excelente para regular el sistema nervioso, reducir el estrés y promover el bienestar emocional. Más allá del manejo del estrés, se ha demostrado mediante investigaciones que la práctica de la meditación de atención plena aporta muchos beneficios para la salud, como reducir la tensión arterial, disminuir el deseo de fumar, aliviar el dolor crónico y los dolores de cabeza, etc. 

Utilice una manta pesada

Si tiene problemas para dormir o siente ansiedad por la noche, el uso de una manta pesada podría serle útil. Las mantas pesada han ganado popularidad por su capacidad para ejercer una estimulación de presión profunda. Esta presión profunda activa el sistema nervioso parasimpático, liberando endorfinas como la dopamina y la serotonina y favoreciendo la relajación. 

Al inducir sensaciones de calma y bienestar, las mantas pesadas pueden ayudar a regular el sistema nervioso. Además, las investigaciones indican que pueden ayudar en casos de dolor crónico, sueño, depresión, ansiedad y trastornos bipolares, y podrían aumentar la liberación de melatonina para mejorar el sueño en general.

Suplementos

Si sigue experimentando síntomas de desregulación después de aplicar estas prácticas o desea más apoyo para calmar su sistema nervioso, algunos suplementos podrían ayudar. La L-teanina, un aminoácido presente en el té verde, puede reducir los síntomas del estrés y la ansiedad. Se sabe que la hierba ashwagandha estabiliza los niveles de cortisol, la hormona que induce el estrés. En este artículo encontrará más información sobre otros suplementos recomendados por naturópatas para favorecer la atención plena. 

A la hora de elegir suplementos, busque marcas cuya pureza esté comprobada por terceros. Consulte siempre a su médico antes de empezar a tomar un suplemento nuevo para garantizar que sea seguro para usted y que no interactúe con ningún medicamento que esté tomando actualmente. 

Conclusiones

Un sistema nervioso desregulado puede intensificar la sensación de estrés, ansiedad y fatiga. La buena noticia es que existen muchos métodos naturales que ayudan a regularlo, entre los que se incluyen algunos cambios sencillos como salir más al aire libre, comer bien y utilizar una manta pesada, prácticas diarias como la meditación y la alimentación consciente, y suplementos que ayudan a mantener la mente y el cuerpo en calma. Si incorpora algunos de estos consejos a su vida diaria, podrá reducir la ansiedad y mejorar su salud mental y física. 

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