¿Es la vitamina K2 la próxima D3?

Del mismo modo que ha habido un auge positivo en el conocimiento de la importancia de la vitamina D3, otro nutriente, la vitamina K, parece prometer de una forma importante su ayuda en el tratamiento de una amplia variedad de problemas de salud. De hecho, dado que la mayoría de la gente no se aproxima en absoluto al nivel de vitamina K necesario en su dieta, es un nutriente del que simplemente tenemos que saber más.

La vitamina K como suplemento

Hace ya mucho tiempo que se sabe que es importante el tomar un suplemento de vitamina K. Un buen ejemplo de ello es que desde 1961, se ha suministrado una inyección de vitamina K1 a todos los recién nacidos para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido. Esta situación se produce por causa de insuficiente vitamina K. Cuando nace un bebé, el tracto intestinal es estéril. Como la mayor fuente de vitamina K (en la forma de K2) la sintetiza la bacteria intestinal y la mayor parte de las mujeres no tienen una concentración elevada de vitamina K en la leche materna, el bebé depende de la cantidad de vitamina K que recibe a través de la placenta, antes del nacimiento, hasta que se forme la microflora intestinal.

Ahora parece que no son solo los recién nacidos los que pueden beneficiase del suplemento de vitamina K, ya que los nuevos datos clínicos muestran unos enormes beneficios a la hora de tratar y prevenir la osteoporosis, la artritis reumatoide y las enfermedades cardiacas.

La vitamina K original

La vitamina K es una vitamina liposoluble que es más conocida por su papel en la producción de factores de coagulación. Sin embargo, los estudios recientes han mostrado que la vitamina K es necesaria también para formar unos huesos saludables y puede tener un papel en el tratamiento y la prevención de la osteoporosis.

Hay distintas formas de vitamina K designadas como K1, K2 y K3. La primera forma, la K1 o filoquinona, tiene un origen vegetal. La K2 o menaquinona es producida por bacterias y se encuentra en algunos alimentos fermentados. Hay varios tipos diferentes de K2, según el número de moléculas conocidas como isoprenoides unidas en su cadena lateral a la menaquinona. La forma comercial más importante de la K2 es MK-7. Contiene varios residuos isoprenoides unidos a la menaquinona. La K3 es una forma sintética.

Se suele descuidar con frecuencia la vitamina K como vitamina porque la sabiduría convencional es que la carencia de esta es bastante rara porque hay buenas fuentes dietéticas de la vitamina K1 y la bacteria intestinal puede producir la K2. Algunas fuentes ricas en vitamina K1 son los vegetales de hoja verde, el brécol, la lechuga, la col, las espinacas y el té verde. Los espárragos, la avena, el trigo integral y los guisantes frescos son una buena fuente. La MK-7 se encuentra en grandes concentraciones en el Nattō (un alimento fermentado de soja que es popular en Japón). Ochenta y cinco gramos de Nattō proporcionan 850 µg de MK-7.

La vitamina K en la osteoporosis

La vitamina K juega un papel importante en la salud ósea, ya que es responsable de convertir la osteocalcina, una proteína del hueso, de su forma inactiva a activa. La osteocalcina es la proteína más importante que no es colágeno y se halla en los huesos y que adhiere el calcio en su lugar en el hueso. Una ingesta baja de vitamina K está asociada a la osteoporosis y a las fracturas de la columna. Como la vitamina K1 se encuentra en las hojas verdes de los vegetales, puede que sea un factor protector de la dieta vegetariana contra la osteoporosis.

Se han utilizado distintas formas de suplementos con vitamina K en las pruebas con humanos con el fin de examinar sus efectos en la salud ósea: la vitamina K1 (filoquinona), la menaquinona-4 (MK-4, una forma de la K2) y la menaquinona-7 (MK-7). Los resultados con los dos primeros suplementos de vitamina K (K1 y MK-4) son muy distintos de los obtenidos con la MK-7. La mayoría de los estudios doble ciego con la vitamina K1 han mostrado solo un efecto modesto o casi ninguno en la densidad ósea y, aunque los estudios con la MK-4 han mostrado unos resultados positivos en lo que respecta a reducir la pérdida ósea y en el índice de fracturas, la dosis utilizada (45 mg/día) estaba muy por encima de su utilidad nutritiva y es más probable que los resultados positivos se deban a un efecto medicamentoso por las dosis tan altas.

La MK-7 se ha visto que es más potente y más biodisponible, así como que tiene una vida media más larga que la MK-4. La MK-7 también es más efectiva que la K1 a la hora de activar la osteocalcina y permanece en el torrente sanguíneo mucho más tiempo.

En un importante estudio clínico publicado en el número del 23 de marzo de 2013, de Osteoporosis International sobre el MK-7, se dio a conocer que el dar un suplemento de MK-7 en unas dosis relativamente bajas (180 µg al día) produjo unos efectos impresionantes en la mejora de la salud ósea. En el estudio, 244 mujeres sanas tomaron, en el periodo posmenopáusico, el MK-7 o un placebo durante 3 años. Se midió a través de la prueba de densitometría ósea la densidad de minerales en el hueso de la zona lumbar de la columna vertebral, de toda la cadera y del cuello femoral; también se calcularon las dos medidas de la fuerza de la firmeza del hueso del cuello femoral.  Mediante la densitometría ósea se evaluó la fractura vertebral y se usó como medida de las fracturas vertebrales. Las medidas se llevaron a cabo al inicio y después de 1, 2 y 3 años de tratamiento.

La toma de MK-7 mejoró significativamente el estado de la vitamina K y los niveles de osteocalcina activa y disminuyó el deterioro relacionado con la edad de la concentración de minerales en el hueso y la densidad mineral del hueso en la zona lumbar de la columna y en el cuello femoral. No aumentó ninguna de las medidas en la cadera completa. La firmeza del hueso se vio afectada también favorablemente por la MK-7 – un determinante clave del riesgo de fractura. Por último, la MK-7 disminuyó significativamente la pérdida de altura vertebral de la región torácica inferior en el lugar medio de las vértebras. Estos resultados destacan la importancia del suplemento de MK-7 en las mujeres después de la menopausia.

La MK-7 en la artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad que se manifiesta con inflamación crónica y afecta a todo el cuerpo, pero especialmente a las articulaciones. Hay una evidencia abundante respecto a que la artritis reumatoide es una reacción autoinmune, en la que se desarrollan anticuerpos contra los componentes de los tejidos de las articulaciones, pero lo que desencadena exactamente esta reacción autoinmune se ha centrado en factores genéticos, una permeabilidad anormal de los intestinos, el estilo de vida y factores nutricionales, las alergias alimentarias y los microorganismos. La artritis reumatoide es un ejemplo clásico de una enfermedad multifactorial, en donde una variedad de factores genéticos, dietéticos y medioambientales contribuyen a esta enfermedad. 

Basado en estudios preclínicos que muestran otra forma de vitamina K2 (MK-4) que bloqueó el desarrollo de la artritis en el modelo animal experimental de la artritis reumatoide, se sugirió que la MK-4 podría ofrecer beneficios en la artritis reumatoide humana. Los estudios que siguieron en los seres humanos mostraron que el suplemento de MK-4 redujo la actividad de la artritis reumatoide asociada con una diminución marcada en los marcadores clínicos y bioquímicos. No obstante, como la MK-7 tiene una mayor biodisonibilidad que la MK-4 después de la administración oral, los investigadores tenían mucha curiosidad respecto a si se podrían obtener unos resultados incluso mejores con esta forma.

Para aclarar el papel terapéutico de la MK-7 añadida al régimen terapéutico normal de la artritis reumatoide en pacientes en distintas etapas de la enfermedad, 84 pacientes con artritis reumatoide (24 varones, 60 mujeres) con una edad media de 47,2 años participaron en una prueba clínica al azar. Los pacientes estaban divididos en el grupo tratado con MK-7 (n=42) y un grupo de control (n=42). Las cápsulas de MK-7 se administraron en una dosis de 100 µg/día durante tres meses al primer grupo sin cambiar otras medicaciones.

Para valorar los beneficios de la MK-7, los marcadores clínicos y bioquímicos en los pacientes con artritis reumatoide tratados con MK-7 y el grupo de control se evaluaron antes y después de tres meses. Los resultados mostraron una disminución estadísticamente significativa en el grupo tratado con MK-7 en los niveles de los marcadores de la inflamación siguientes: la velocidad de sedimentación globular (VSG), la puntuación de la actividad de la artritis reumatoide en 28 articulaciones evaluadas, la proteína C reactiva y la metaloproteinasa de matriz (MMP-3). Además, la MK-7 aumentó también el nivel de la forma activa de osteocalcina, un marcador importante de la salud ósea. Los beneficios observados con la MK-7 estaban directamente relacionados con el incremento de los niveles de MK-7 en la sangre.

La conclusión del autor fue: “la MK-7 representa un nuevo agente prometedor para la artritis reumatoide en una terapia combinada con otros fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad”.

Comentarios:

Del mismo modo que aumentó la popularidad de la vitamina D3 en las tiendas de alimentos saludables después del auge de las investigaciones científicas positivas, parece que existe un fenómeno semejante con la vitamina K, específicamente con la MK-7. Es importante que los minoristas de las tiendas de alimentos saludables entiendan las distintas formas de vitamina K y los rangos de dosificación efectivos que se usan en los estudios clínicos. En la osteoporosis, la recomendación general es de 180 µg de MK-7 al día. Para la artritis reumatoide, la dosis usada en la prueba clínica fue de 100 µg de MK-7 diarios. Para la salud general, la mayoría de los expertos recomiendan una ingesta de 80-120 µg de vitamina K1 o K2.

Obviamente, en los pacientes con terapia anticoagulante con warfarina (Aldocumar), está contraindicado el suplemento de vitamina K. No existe otro problema conocido con tomar vitamina K1 o MK-7 a las dosis diarias recomendadas.