Más de 60 millones de estadounidenses padecen tensión arterial alta (HTA), entre los que se incluyen más de la mitad (54,3 %) de todos los estadounidenses de 65 a 74 años y casi tres cuartas partes (71,8 %) de todos los afroamericanos que se sitúan en el mismo grupo de edad. La HTA es un factor de riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. De hecho, normalmente se considera como el factor de riesgo más importante de accidente cerebrovascular.

Recientemente, se han realizado varios estudios que demuestran que beber zumo de remolacha puede dar lugar a reducciones clínicamente significativas de la presión sanguínea. 

Antecedentes:

 El zumo de remolacha ha sido un remedio popular tradicional durante siglos. El enfoque principal se ha situado en los trastornos hepáticos, pero recientemente han ganado reconocimiento por sus propiedades anticancerígenas y beneficiosas de la salud del corazón. 

El pigmento que da a las remolachas su intenso color púrpura-carmesí (betacianinas) es un poderoso agente anticancerígeno, mientras que los nitratos naturales parecen ser responsables de sus efectos beneficiosos sobre el corazón y el sistema vascular. Los estudios previos han demostrado que:

  • Con tan solo beber medio litro de zumo de remolacha fresca al día se redujo significativamente la tensión arterial hasta 10 mm Hg en sujetos sanos.
  • El zumo de remolacha bajó la tensión arterial en tan solo una hora, con una caída máxima que se produjo de 3 a 4 horas después de la ingesta.
  • La disminución de la tensión arterial se debe a la formación química de nitrito de los nitratos dietarios presentes en el zumo.
  • Cuando se encuentra en la circulación general, el nitrito puede convertirse en óxido nítrico (NO) por las células que recubren los vasos sanguíneos. El NO es un poderoso dilatador de los vasos sanguíneos que produce una tensión arterial más baja.
  • Beber zumo de remolacha es considerablemente más eficaz para elevar los niveles de nitritos en la sangre que comer una cantidad muy alta de alimentos ricos en nitratos. 

Nuevos datos:

 En un estudio realizado en el Instituto Baker IDI Heart and Diabetes en Melbourne, Australia, 15 hombres y 15 mujeres bebieron 0,52 l de una bebida de zumo de remolacha que contenía 500 g de remolacha y zumo de manzana (72 % de remolacha y 28 % de manzana) o un placebo. A los participantes se les midió la tensión arterial al inicio y al menos cada hora durante las 24 horas posteriores al consumo del zumo usando un monitor ambulatorio para medir la tensión arterial. Este mismo procedimiento se repitió dos semanas más tarde, con los que bebieron el placebo en la primera ronda y el zumo de remolacha en la segunda, y viceversa. Los resultados demostraron que la ingesta de zumo de remolacha bajó la tensión arterial sistólica una media de 4 a 5 puntos después de transcurrir tan solo 6 horas. Aquí está la importancia de este efecto; beber zumo de remolacha reduciría la tasa de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos en aproximadamente un 10 %. En relación con las vidas humanas, eso significaría que se salvarían unas 60 000 vidas al año en los Estados Unidos.

 Referencia:

  1. Coles LT, Clifton PM. Effect of beetroot juice on lowering blood pressure in free-living, disease-free adults: a randomized, placebo-controlled trial. Nutrition Journal 2012;11:106 doi:10.1186/1475-2891-11-106