Más que una forma de ejercicio, el yoga es una forma de vida. El yoga, un sistema integral desarrollado en el norte de la India hace más de 5000 años, puede transformar el cuerpo, la mente, el corazón y el espíritu. La palabra yoga proviene de la palabra sánscrita yuj, que significa conectar o unir, y que se traduce con frecuencia como "unión".

Estilos de yoga

Hay numerosos estilos de yoga para probar en tu viaje hacia la bendición. Aunque todos ellos utilizan muchas de las mismas poses y posturas, llamadas asanas, cada uno tiene un ritmo, estructura y énfasis diferente.

  • Hatha: este estilo suave es el tipo de yoga más común que se enseña en occidente. Los estudiantes practican una serie de posturas que alinean la piel, los músculos y los huesos y abren los canales del cuerpo, mejorando el flujo de energía.
  • Anusara: creado por John Friend en 1997, anusara destaca la alineación y anima a los estudiantes a abrir sus corazones y expresarse por completo.
  • Iyengar: desarrollado por B. K. S. Iyengar, este estilo también se centra en la alineación e incorpora soportes para permitir a los estudiantes a realizar las poses adecuadamente. Aunque su realización lenta no elevará tu ritmo cardiaco, es un desafío mental y físico ideal para personas que se estén recuperando de lesiones o que quieran soltar un poco los músculos tensos e irritados.
  • Hot, Bikram o Hot Power: ¿te gusta sudar? Entonces estos estilos, que siguen una secuencia específica de poses practicadas en un estudio calentado (a 80-100 ºF/27-38 ºC), son para ti.
  • Vinyasa o Flow ¿quieres variedad y ejercicios aeróbicos? Prueba el vinyasa. Los profesores utilizan poses fluidas llamadas saludos al sol que calientan, alinean y fortalecen todo el cuerpo, al mismo tiempo que incrementan el ritmo cardiaco. Con frecuencia se reproduce música y se enfatiza la vinculación del movimiento con el aliento para encender la conciencia.
  • Restaurativo o yin: prueba el yoga restaurativo o yin para relajarte, reducir tu estrés y estirar los músculos tensos. Los soportes (bloques, mantas y almohadas) proporcionan apoyo en una pose pasiva durante largos periodos de tiempo, permitiendo al cuerpo descansar y rejuvenecer con poco esfuerzo.

Beneficios del yoga para la salud

Todos los estilos de yoga tienen numerosos beneficios físicos y mentales y alimentan la inclinación natural del cuerpo hacia la salud y la sanación. Las técnicas de relajación pueden disminuir el dolor crónico (dolor de espalda, dolores de cabeza y artritis), disminuyen la presión sanguínea, reducen el estrés y alivian el insomnio. La práctica regular también puede construir fuerza muscular, incrementar la energía y la vitalidad, además de mejorar el rendimiento deportivo, evitar lesiones e incrementar la conciencia corporal. Los beneficios mentales incluyen sentirse relajado, centrado, más tranquilo, consciente y positivo.

Los estilos aeróbicos y "flow" (power, hot y vinyasa) queman calorías, facilitando la pérdida de peso. Los estilos que destacan mantener posturas más tiempo y elongar los músculos, como el yin, promueven la flexibilidad, alivian la rigidez e incrementan la movilidad de las articulaciones, especialmente en las caderas, columna vertebral y pelvis.

Suplementos para apoyar tu práctica de yoga

Puesto que el yoga ve al cuerpo como una herramienta para preparar la mente y nutrir el alma, tomar suplementos y comer correctamente es importante ya que proporcionarán la energía y los nutrientes necesarios para reparar los tejidos.

  • Multivitaminas: consumir una dieta saludable y equilibrada que consista en alimentos no procesados, no refinados y reales es una de las mejores cosas que puedes hacer para apoyar tu cuerpo y tu práctica de yoga. No obstante, para cubrir todas las necesidades de tu cuerpo, toma un buen complejo multivitamínico diario. Elige una fórmula basada en alimentos integrales, que es mejor para el cuerpo que los productos sintéticos.
  • Fórmulas antiinflamatorias: cualquier forma de ejercicio, incluyendo el yoga, puede provocar inflamación. Comer alimentos antiinflamatorios (frutas, verduras, pescado graso y frutos secos), tener un sueño adecuado, gestionar el estrés y tomar un suplemento antiinflamatorio puede ayudar. Para ayudar a la recuperación muscular, busca productos que contengan ingredientes como antioxidantes, jengibre, ácido alfa lipoico, aceite de pescado y curcumina.
  • Probióticos: ¿te sientes hinchado o con desequilibrio? La práctica regular del yoga puede ayudar a purificar, estimular y ayudar a la digestión. Un buen probiótico también puede mejorar la salud intestinal, el sistema inmunitario y el bienestar general.
  • B12: aunque no tienes que renunciar a la carne para practicar el yoga, las dietas vegetarianas y veganas son populares entre aquellos que lo practican de forma regular. Evitar la carne puede provocar una carencia de B12, una vitamina que solo se encuentra en alimentos de origen animal y que es crucial para metabolizar la energía. Los niveles bajos también son comunes en personas de más de 50 años y pueden provocar debilidad, fatiga y pérdida de memoria.
  • Coenzima Q10: similar a una vitamina, la CoQ10 la crea el cuerpo y se encuentra en muchos alimentos integrales, incluyendo la carne de vísceras, sardinas y cacahuetes. Este antioxidante evita los daños de los tejidos neutralizando las moléculas inestables llamadas radicales libres y apoya el uso de oxígeno y la producción de energía.
  • Aceites esenciales: los aceites esenciales pueden ayudar a la práctica del yoga de muchos modos. Crea un estado de ánimo de yoga aspirando el armonizador sándalo, la reconfortante rosa o el romero, potenciador de la claridad. Oler jazmín, naranja dulce o lavanda puede subir el estado de ánimo y ayudar a equilibrar el sistema nervioso. Para aliviar los músculos doloridos, pulveriza una mezcla de aceites esenciales de romero, menta y canela combinados con árnica y aceite de coco. Se puede utilizar como desinfectante del tapete de yoga una mezcla de árbol del té y lavanda combinada con agua y un poco de vinagre blanco.