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Por Dra. Candace Mathers, médica naturópata
En tiempos recientes, el colágeno ha adquirido popularidad como suplemento para mejorar la salud de la piel, el cabello y las uñas. Debido al cambio hacia un enfoque más holístico de la salud, la belleza y la lucha contra el envejecimiento, muchas personas que desean un enfoque más natural de la fuente de la juventud están recurriendo al colágeno.
Pero, ¿qué es el colágeno y tiene algún beneficio para la salud? Las investigaciones señalan que el colágeno podría ser beneficioso para la salud de la piel, las articulaciones e incluso el sistema cardiovascular.
En los últimos años, el colágeno ha tenido un enorme impacto en las esferas de la salud y el bienestar. Desde el caldo de huesos hasta el delicioso colágeno en polvo aromatizado, así como las sencillas cápsulas, el colágeno parece ser un suplemento popular para la salud de la piel y las rutinas antienvejecimiento.
La popularidad del colágeno puede atribuirse a las investigaciones que señalan que el colágeno puede aportar posibles beneficios para la salud que abarcan desde promover una piel sana hasta un cabello brillante y unas uñas fuertes y sanas.
Pero, ¿qué es exactamente el colágeno y por qué es necesario para una salud óptima?
Durante siglos se ha observado que, al hervir tejidos conjuntivos como ligamentos o tendones, se creaba una sustancia pegajosa parecida al pegamento. En el siglo XIX, esta sustancia pegajosa y similar al pegamento recibió el nombre de colágeno por las palabras griegas que significan "producir" y "pegamento".
El colágeno es un tipo de proteína que se compone principalmente de una mezcla de aminoácidos. Entre ellos se encuentran la glicina, la prolina y/o la hidroxiprolina. La glicina es el aminoácido más abundante en el colágeno. A veces, el aminoácido lisina también se utiliza en la síntesis de colágeno. Aunque estos aminoácidos son esenciales para la composición del colágeno, cualquiera de las otras 17 combinaciones de aminoácidos puede añadirse a la estructura helicoidal base de la proteína para producir colágeno.
El colágeno es una proteína endógena, un tipo de proteína que se fabrica o sintetiza dentro del organismo. Para ser sintetizado, el colágeno requiere algunos componentes nutricionales, como la vitamina C, que actúa como cofactor para la síntesis del colágeno. Un cofactor es una sustancia esencial que permite que tenga lugar la actividad enzimática. Sin vitamina C, la síntesis de colágeno se ralentiza, lo que puede contribuir a que la cicatrización de las heridas se retrase.
En un metaanálisis se descubrió que los individuos que tomaban un suplemento de vitamina C después de sufrir una fractura ósea o una lesión del tejido conjuntivo, como una rotura de ligamentos, presentaban mayores beneficios curativos a corto plazo y tiempos de curación más cortos en comparación con quienes no lo hacían.
El colágeno es una de las proteínas más abundantes que contribuyen al funcionamiento del cuerpo humano. Se calcula que el colágeno constituye el 30 % de todas las proteínas del organismo. La función principal del colágeno es proporcionar integridad estructural a los espacios entre las células de los tejidos conectivos. Ayuda a mantener la forma de los tejidos y las células rellenando los espacios entre ellas. El colágeno también contribuye a la integridad mecánica del organismo y desempeña un papel importante en la reparación de los tejidos afectados.
El colágeno pertenece a un amplio grupo de proteínas, o superfamilia, que contiene distintos tipos de colágeno con distintas funciones en el organismo.
La superfamilia de proteínas del colágeno contiene 28 tipos distintos. Cada tipo de colágeno se encuentra en un lugar distinto del organismo, lo que ayuda a sostener los tejidos y estructuras de esa región.
Los distintos tipos de colágeno poseen diversas propiedades que ayudan a los tejidos a ser más rígidos, más flexibles o a permitir el movimiento suave de las articulaciones. Aunque se han descubierto 28 tipos diferentes de colágeno, los tipos más comunes son el tipo I, II y III.
El colágeno de tipo I es el tipo de proteína más abundante, ya que constituye aproximadamente el 90 % de todo el colágeno del organismo. Por lo general, el colágeno de tipo I se encuentra en los huesos, los tejidos conjuntivos, la piel, las córneas de los ojos y los tendones. El colágeno de tipo I desempeña un papel funcional destacado en el mantenimiento de la integridad de la piel, los tejidos conjuntivos y los huesos.
Si bien otros tipos de colágeno ofrecen más flexibilidad a determinados tejidos, el colágeno de tipo I crea rigidez y ofrece soporte a tejidos y estructuras. Las propiedades de soporte de carga del colágeno de tipo I permiten que se ejerza una mayor tensión mecánica sobre tendones y ligamentos y, al mismo tiempo, sostienen la piel para evitar la flacidez y las arrugas.
Además, el colágeno de tipo I contribuye a la salud del cabello y las uñas.
El colágeno de tipo II constituye más del 90 % del colágeno que se encuentra en el cartílago de las articulaciones. El colágeno de tipo II está presente principalmente en el cartílago articular o hialino de las articulaciones y los discos intervertebrales.
El cartílago hialino es el tipo de cartílago más predominante en el cuerpo humano. El cartílago hialino recubre las articulaciones. Permite los movimientos de deslizamiento suaves de las articulaciones, lo que a veces se denomina cartílago articular.
El colágeno de tipo II también se halla predominantemente en el cartílago elástico. El cartílago elástico sostiene los tejidos y estructuras corporales que deben ser flexibles, doblarse o moverse, al tiempo que recuperan su forma con rapidez tras eliminar la fuerza deformadora.
Dado que el cartílago elástico es fuerte y flexible, se encuentra en tejidos y órganos como el oído y la epiglotis. La epiglotis es un pequeño apéndice situado detrás de la lengua que cubre las vías respiratorias al tragar para que los alimentos no vayan a parar a los pulmones al comer.
El colágeno de tipo III comprende entre el 5 y el 20 % del contenido de colágeno del organismo. El colágeno de tipo III contribuye principalmente a la integridad estructural de los órganos y tejidos huecos, como el intestino, el útero y los vasos sanguíneos.
El colágeno de tipo III también está presente en la piel, pero su cantidad disminuye con el envejecimiento. Se calcula que menos del 20 % del colágeno de la piel adulta es de tipo III.
Las investigaciones han relacionado el colágeno con diversos beneficios para la salud, desde el fomento de la salud de la piel hasta el apoyo a la salud de las articulaciones. Los estudios también indican que los suplementos de colágeno podrían resultar útiles para el mantenimiento de la salud en general.
Aunque el organismo crea su propio colágeno, la cantidad producida disminuye con la edad. Se calcula que después de los 20 años, la capacidad del organismo para producir colágeno disminuye entre un 1 y un 1,5 % cada año.
La disminución de la producción de colágeno podría producir arrugas, líneas de expresión, flacidez de la piel, problemas articulares e incluso enfermedades cardíacas.
El colágeno es importante para mantener la salud de la piel, ya que es uno de sus principales componentes. Los estudios demuestran que tomar un suplemento oral de colágeno podría ayudar a prevenir la flacidez de la piel, las arrugas y las líneas de expresión.
En un metaanálisis de 19 estudios con 1125 participantes mujeres de entre 20 y 70 años se analizaron los efectos de la administración oral de suplementos de colágeno durante 90 días. Según el estudio, la ingesta de colágeno tenía un efecto antienvejecimiento en la piel al aumentar su hidratación y elasticidad. Además, en el estudio se observó una reducción de las arrugas y de la flacidez de la piel entre las participantes que tomaron colágeno. Este cambio no se observó en los grupos placebo.
El colágeno también podría contribuir a fortalecer las uñas frágiles. En un estudio en el que participaron 25 personas se descubrió que la administración de suplementos de colágeno por vía oral ayudaba a reducir en un 42 % la fragilidad, las grietas y el astillamiento de las uñas. Además, el crecimiento de las uñas aumentó un 12 % en 24 semanas. En el estudio también se observó que el 64 % de los participantes experimentaron un aumento general de la fuerza y la calidad de las uñas mientras tomaban colágeno.
El consumo de suplementos de colágeno también podría ayudar a mejorar la salud de las articulaciones. En un estudio se analizaron los resultados de 15 estudios distintos sobre el efecto del colágeno en la salud de las articulaciones. Entre los participantes en el estudio había desde atletas hasta personas mayores y mujeres premenopáusicas. Según el estudio, los suplementos de colágeno son eficaces para mejorar la funcionalidad de las articulaciones y el tiempo de curación de las lesiones articulares.
En otro estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo se compararon los efectos del colágeno con los de la condroitina glucosamina y el placebo para la osteoartritis de rodilla.
Se dividió a ciento noventa y un participantes en uno de los siguientes tres grupos: colágeno, glucosamina condroitina o placebo. En el estudio se observó que los suplementos de colágeno eran superiores al placebo y a la glucosamina condroitina en cuanto a reducción del dolor, aumento de la movilidad, mejora de la funcionalidad y disminución de la rigidez.
Los estudios indican que los suplementos de colágeno podrían ser incluso beneficiosos para la salud cardíaca. En un estudio se analizaron los efectos de los suplementos de colágeno en los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y de lipoproteínas de alta densidad (HDL) en humanos.
Las investigaciones han demostrado que unos niveles elevados de LDL podrían contribuir al endurecimiento de las arterias, la hipertensión, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares. En el estudio se descubrió que la administración diaria de suplementos de colágeno durante seis meses ayudaba a reducir los niveles de LDL, lo que contribuía a la salud cardíaca.
El colágeno es una proteína asombrosa que desempeña diversas funciones corporales, desde el apoyo a la estabilidad estructural hasta el fortalecimiento de la piel y el mantenimiento de unas articulaciones sanas. Los estudios demuestran que los suplementos de colágeno podrían ayudar a tener una piel flexible y unas articulaciones fuertes y flexibles. Las investigaciones señalan que los suplementos de colágeno podrían contribuir a la longevidad al mejorar la salud cardíaca y reducir el riesgo de sufrir arteriosclerosis. Incorporar colágeno a cualquier rutina que promueva el bienestar podría redundar en beneficio de la salud general durante años.
Referencias:
