Desde las flores recién florecidas hasta los pastos recién reverdecidos, la primavera trae consigo algunos retos particulares para quienes sufrimos de alergias estacionales. Y para las personas que padecen alergias no estacionales, la primavera es un recordatorio de cuánto tiempo dedicamos a controlar nuestros propios síntomas alérgicos. 

Los síntomas de la alergia van en aumento, según la Asthma and Allergy Foundation of America. Entre 1997 y 2011, la prevalencia de las alergias en los niños aumentó de forma considerable. Las alergias ya representan la sexta enfermedad crónica más frecuente en Estados Unidos. Así que si usted o un ser querido sufre de alergias, ¡tenga en cuenta que no es el único! 

Por suerte, existen muchos remedios naturales que ayudan a controlar los síntomas. En este artículo, ¡analizaremos la relación entre el asma y las alergias y cómo puede recurrir a métodos naturales y de estilo de vida para ayudar a curarlas y controlarlas para que pueda vivir mejor!

¿Qué son las alergias?

"Las alergias se definen como "la enfermedad que se produce tras una respuesta del sistema inmunitario a un antígeno que de otro modo sería inocuo". Al entrar en contacto con un alérgeno, el organismo reacciona como si se hubiera encontrado con algo peligroso para el sistema inmunitario. En principio, no debería haber ningún peligro, pero, por desgracia, el organismo no lo sabe. 

Según el libro Immunobiology: The Immune System in Health and Disease (Inmunobiología: el sistema inmunitario en la salud y la enfermedad): "la alergia pertenece a una clase de respuestas del sistema inmunitario que se denominan reacciones de hipersensibilidad. Se trata de respuestas inmunitarias nocivas que producen lesiones tisulares y que podrían causar enfermedades graves". Estas respuestas inmunitarias nocivas provocan síntomas como erupciones cutáneas, hinchazón, presión en los senos nasales o secreción nasal, ¡y todo eso resulta muy desagradable! 

Para ser más específicos, el sistema inmunitario produce anticuerpos para combatir cualquier peligro que haya identificado. Estos anticuerpos, que son unas proteínas pequeñas que ayudan a identificar y combatir los patógenos que invaden el organismo, se adhieren a unas células llamadas "mastocitos" cuando el organismo entra en contacto por primera vez con el alérgeno. La próxima vez que el organismo vuelva a encontrarse con ese alérgeno, los mastocitos liberarán sustancias químicas como la histamina, que se presume que es la responsable de muchos de los síntomas de la alergia que mejor conocemos: escozor ocular, secreción o lagrimeo nasal, urticaria, entre otros.

La histamina es una sustancia química vasoactiva que "regula diversas funciones fisiológicas al desempeñar un papel clave en la respuesta inflamatoria del organismo". La histamina es responsable de crear los síntomas de alergia más frecuentes y es el objetivo de muchos medicamentos antialérgicos. Por eso, en parte, los medicamentos para la alergia suelen llamarse "antihistamínicos".

Las histaminas provocan inflamaciones como la hinchazón de la piel y la dilatación de los vasos sanguíneos. También pueden aumentar la permeabilidad de los tejidos y los vasos sanguíneos, lo que produce la urticaria llena de líquido o la secreción nasal que se observa con frecuencia en las alergias.

La relación entre el asma y las alergias

El asma y las alergias forman parte de la tríada alérgica, que consiste en la tendencia a la coexistencia del asma, el eccema y las alergias. El asma y las alergias implican muchos de los mismos mecanismos inmunitarios, como la liberación de citocinas, la producción de IgE, la degranulación de mastocitos, la liberación de histamina, entre otros. 

Las personas alérgicas tienen muchas más probabilidades de padecer asma que las que no lo son. Asimismo, las personas asmáticas tienden a sufrir de alergias más que la población general. Debido a que estos dos trastornos comparten muchos de los mismos mecanismos y orígenes, se tratan de manera similar utilizando un método de medicina natural y funcional.

Combatir las alergias y el asma de forma natural

Existen muchos métodos dietéticos y suplementarios para curar las alergias y el asma desde dentro. Los siguientes son algunos sobre los que puede hablar con su médico mientras desarrolla su plan de estilo de vida contra el asma y las alergias.

Higiene antialérgica: reduzca la exposición a los factores desencadenantes

Si el polen y otros alérgenos son los desencadenantes de su disfunción inmunitaria, asma o alergia, entonces la mejor medicina es reducir ante todo el número de alérgenos a los que se ve expuesto. Estas son algunas de mis recomendaciones preferidas para reducir al mínimo los alérgenos presentes en su entorno.

Filtro HEPA

HEPA (del inglés "High Efficiency Particle Arresting") hace referencia a un "filtro [de aire] de partículas de alta eficiencia". Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), los filtros HEPA pueden capturar hasta el 99,97 % del polvo, el polen, el moho, las bacterias y cualquier partícula suspendida en el aire con un tamaño de 0,3 micras.

La mayoría de estos filtros están diseñados para purificar una sola habitación, no toda la casa. Así que comprar uno para un dormitorio o una sala de estar es una buena opción. Aunque la EPA no certifica los filtros de aire, ofrece una lista de pautas que puede consultar a la hora de decidir cuál comprar.

Recomiendo el uso regular de filtros HEPA en las habitaciones donde pasa más tiempo (dormitorio, oficina, etc.) para limpiar el aire de polen y alérgenos y poder respirar mejor.

Reduzca el polvo y el polen

Hay otras formas de lograr que su casa esté libre de alérgenos: 

  • Limpie el polvo y aspire periódicamente utilizando una aspiradora con filtro HEPA.
  • Lave las cortinas, la ropa de cama, etc. con agua caliente para matar los ácaros del polvo.
  • Cepille a sus mascotas al aire libre, de ser posible, para mantener su caspa bajo control, y evite tener mascotas en su dormitorio por la noche para mantener su espacio de sueño libre de alérgenos innecesarios.

Rinocornio (neti pot)

Los rinocornios son una excelente opción para eliminar la mucosidad y el polen de las fosas nasales, lo que puede reducir los síntomas de congestión. Para utilizar un rinocornio, basta con verter agua destilada (sí, tiene que ser destilada) en él y añadir una solución salina preenvasada diseñada para rinocornios. La solución salina ayuda a evitar la irritación de las fosas nasales. 

A continuación, coloque el "pico" del rinocornio en una fosa nasal. Incline la cabeza (¡sobre un lavabo para facilitar la limpieza!) e incline el rinocornio hacia arriba. La gravedad hará que el agua o la solución salina pase por una fosa nasal y salga por la otra. 

La sensación puede ser un poco incómoda al principio, pero los rinocornios son una excelente forma de aliviar la presión nasal, limpiar las fosas nasales y mejorar la respiración sin usar ningún medicamento. Si le gustan los rinocornios, puede comprar repuestos de solución salina para mantener su botiquín bien abastecido. 

Suplementos y nutrientes para mejorar el asma y las alergias

Hay muchos métodos basados en la evidencia para mejorar el asma y las alergias utilizando nutrientes y suplementos. Los siguientes son algunos de mis preferidos:

Quercetina

La quercetina es un flavonoide polifenólico que posee propiedades antiinflamatorias. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), también podría aumentar el número de mitocondrias, las centrales energéticas de la célula, en el músculo, reducir el estrés oxidativo y mejorar el flujo sanguíneo.

La quercetina ayuda a estabilizar los mastocitos y puede reducir la cantidad de histamina que nuestro organismo produce como respuesta a los alérgenos. A su vez, esto puede ayudar a reducir los síntomas. 

La quercetina está presente de forma natural en las frutas, las verduras e incluso en algunas bebidas. Por ejemplo, las manzanas, las cebollas y el té negro tienen un contenido elevado de quercetina. Puede consumir quercetina como suplemento individual o como parte de una mezcla antialérgica. 

Omega 3

Los omega 3 son ácidos grasos que podrían ayudar a calmar los procesos inflamatorios que agravan el asma. El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) son los dos tipos de omega 3 que tienen un fuerte efecto antiinflamatorio y son útiles para cualquier persona que sufra de alergias. El EPA y el DHA están presentes sobre todo en el pescado, el aceite de pescado y el aceite de krill

Ortiga

Las ortigas se han utilizado en la medicina indígena durante cientos o quizá miles de años. En concreto, se ha descubierto que las ortigas poseen propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas. Puede consumirlas en forma de suplemento o como té o tintura. Para obtener más información sobre la ortiga, puede leer este excelente artículo

Vitamina C

¡La vitamina C es una buena opción para combatir los síntomas de la alergia! La vitamina C es un antioxidante eficaz que protege las células de los daños causados por los radicales libres. Algunos estudios han descubierto una correlación directa entre la vitamina C y la disminución de las reacciones histamínicas en las células. 

El cuerpo humano no puede producir vitamina C por sí mismo, así que necesitamos ingerirla. Además de los cítricos, los pimientos, los kiwis, las fresas y muchas otras frutas y verduras ricas en vitamina C, también puede tomar esta vitamina tan importante como suplemento. Las cápsulas son una buena opción cuando la rapidez es lo más importante, y las gomitas, las pastillas y los productos en polvo son buenas opciones para los más pequeños, ¡a quienes realmente les puede gustar el sabor! 

Conclusiones

Usted y su médico disponen de una amplia variedad de herramientas para tratar de forma natural el asma y las alergias. Estas recomendaciones, que van desde la reducción de alérgenos y polen hasta los suplementos y nutrientes, ¡harán que se sienta mejor durante esta temporada de alergias y en las siguientes!

Referencias:

  1. Janeway CA Jr, Travers P, Walport M, et al. Immunobiology: The Immune System in Health and Disease. 5th edition. New York: Garland Science; 2001. Chapter 12, Allergy and Hypersensitivity. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK10756/
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  3. Patel RH, Mohiuddin SS. Biochemistry, Histamine. [Actualizado el 9 de mayo de 2021]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK557790/
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  5. Yang L, Fu J, Zhou Y. Research Progress in Atopic March. Front Immunol. 2020;11;1907. Publicado el 27 de agosto de 2020. doi:10.3389/fimmu.2020.01907
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  8. Kregiel, Dorota et al. “Urtica spp.: Ordinary Plants with Extraordinary Properties.” Molecules (Basel, Switzerland) vol. 23,7 1664. 9 de julio de 2018, doi:10.3390/molecules23071664
  9. “Vitamin C.” National Institute of Health: Office of Dietary Supplements. https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminC-HealthProfessional/#h13